
LO PERVERSO.
Hay gente que afirma , –con ingénua convicción– , que las ACCIONES PERVERSAS son las únicas que funcionan en nuestro país.
Pusilánimamente sabios , dicen …
así nomás es luego … es «así de simple», es «así de sencillo» … ¡ NADA SE PUEDE CAMBIAR !
Dan al «estatus quo», –a las condiciones prevalecientes y a la corrupción– , más prestigio y poder del que pueden tener,
en un equivocado gesto de claudicación anticipada .
De antemano , tratan de entregarnos
al poder ilegítimo , –poder , por supuesto , siempre derrotable– , de todo un sistema de corrupción , de extorsiones , de violencia ,
de perfidias , de codicia desenfrenada .
Obnubilados por el dinero intentan
que la visión «economicista» se imponga
en nuestras vidas y , cobardemente , nos entregan al enemigo , –de entrada– ,
por UNAS CUANTAS MONEDAS .
Este nefasto pensamiento negativo ,
se funda en una LÓGICA DE MERCADO , donde todo se compra y se vende , y no en una LÓGICA POLITICA , donde pueden primar los principios y valores que hacen a la dignidad humana .
Damos la primacía al poder del dinero
en lugar de darla a la AUTORIDAD MORAL , que , en Democracia , CORRESPONDE A LA POLITICA .
Más que REAL , –porque efectivamente constatamos muchas victorias políticas conseguidas con dinero– , la estructura
del poder de lo perverso es MENTAL …
está en nuestra imaginación ; es una pauta mental ; una costumbre del pensar
de éstos verdaderos JUDAS de nuestra sociedad .
No es cierto que lo PERVERSO
esté «mejor estructurado», que lo BUENO
en nuestro Pais .
La Política no es una actividad autónoma ,
con principios y leyes distintos de la moral , como decía Maquiavelo .
Es nomás , que a los paraguayos ,
nos es más facil enardecernos de PESIMISMO y NEGATIVIDAD.
Siempre se puede ser JUSTO y simultáneamente tener cabeza para ser FUERTE .
(La estupidez de la corrupción nunca
es moral , sino que es un vicio).
La DEMOCRACIA puede parecer torpe , inhábil o inconsecuente , pero es el único régimen que hace posible la conciliación duradera , de nuestras más altas aspiraciones , con nuestra realidad .
Autor: Miguel Angel Montaner